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Los expertos dicen que nuestras creencias tienen un importancia vital en la vida que desarrollamos.
Si tú crees que puedes hacer algo, las posibilidades de hacerlo crecen y si no lo crees tus probabilidades de éxito disminuyen.
¿Te han hecho creer que tú no puedes tocar guitarra?
¿Han hecho desaparecer tu ilusión por aprender guitarra?
Es sorprendente el poder que tiene el pensamiento de los que te rodean. Lo influenciables que somos por la imagen nuestra que han creado otros.
A no ser que vivas en una burbuja aislado del mundo tus creencias están condicionadas por los que comparten tu vida.
Y pueden hacer que ni te plantees hacer cosas que te gustaría probar.
Una de ellas es tocar la guitarra.
Una experiencia cercana
Lo comentaba con un amigo, cuya vivencia te relato.
Ya ha pasado los cincuenta.
Tiene ilusión por aprender guitarra.
Las circunstancias han hecho que hace poco empezara a aprender a tocar la guitarra para acompañar canciones populares.
Su carrera musical ha estado marcada por el hecho de que ya de pequeño le invitaron a dejar el coro colegial por considerar que su voz molestaba más que ayudaba.
Sería cierto que desafinaba en el coro pero desde la infancia quedó marcado como «desafinador oficial».
Algo que es trabajable y modificable se convirtió para su entorno en una característica intrínseca de la persona. Una marca personal que lo definirá siempre en el pensamiento de las personas cercanas.
Oficialmente si alguien no debe cantar porque «desafina» es él.
¿Sabes la reacción de su entorno cuando comentó su decisión de aprender guitarra?
Caras de sorpresa y comentarios del tipo:
¿Tú aprender a acompañar canciones con la guitarra?
¡Si desafinas como nadie!
Y a partir de ahí todo tipo de tópicos generales desaconsejando seguir esa idea «loca».
¡Si no sabes nada de música!
¡Si ya eres mayor!
Todo un ataque a la línea de flotación del barco que trasporta la ilusión por aprender guitarra.
Pensamientos del entorno que te alcanzan y afectan. Y pueden acabar hundiendo tu ilusión.
Aunque por ahora no han impedido que zarpe el barco de mi amigo.
Sin embargo no hay que subestimar el peligro de estos pensamientos.
Pueden esconderse en algún recoveco de tu mente y no permitir que pongas toda tu energía en desarrollar tu proyecto. Que te vayan frenando.
Y ante cualquier signo de flaqueza o desaliento (que si eres una persona normal, los tendrás) vas a volver a escucharlos de todos los expertos que ya te decían que eso no era lo tuyo.
Si vives una situación parecida ya sabes lo que tienes que hacer.
Tus creencias influyen mucho en la vida que vas a desarrollar.
No dejes que te hagan creer que no puedes tocar la guitarra.
No dejes que hundan tu ilusión por aprender guitarra.
Suelta amarras y
¡Viento en popa a toda vela!
Estimado Martín:
¡Vaya, excepto algún detalle… esa historia es mía! Me echaron del coro con 8 años por desafinado. Me aventuré a la música a los 14 años y el solfeo me «salía mal» por desafinado. (horrorosamente desafinado, con coro de risas cuando me tocaba a mí).
Ya en los 50 estudié en serio solfeo, y… era el único de clase que cantaba «a capella» una lección sin mover un semitono del principio al final (ya sabes que lo normal es subir o bajarse si no tienes como referencia un instrumento).
Y ahora canto afinado. Muy afinado, detectando los pequeñísimos errores de afinación incluso de cantantes afamados. O en una cuerda de un instrumento.
Digo con esto, ¡Animo! Todo se aprende y se aprende bien. También yo. También cualquier que lo pretenda.
Muy bien por tu comentario, queda apoyado con mi testimonio.
¡Un buen ejemplo para motivar a muchos!
gracias amigo por tus palabras , siempre quise aprender a tocar la guitarra y por distintos motivos no lo hice , ahora con 38 años tome la decision y como tu cuentas se me rien descaradamente , me cuesta un monton aprender y a veces me qiero bajar del barco , pero gente como vos me dan animos para seguir , muchas gracias de todo corazon .
Gracias Mario!
Tus palabras también me animan a mí a seguir escribiendo.
Mis mejores deseos y muchos ánimos para tí!